Angustia, y miedo fueron las emociones que experimentaron miles de familias que abandonaron sus hogares por los incendios en Australia.
Al día de hoy, 33 personas han muerto y más de 3,000 familias perdieron su hogar, sin contar los graves daños causados al medio ambiente con la muerte de más de 1,000 millones de animales y las miles de hectáreas calcinadas por el fuego.
Nos encontramos frente a una grave crisis ambiental, de la que niñas y niños están pagando un alto costo, al ver su vida, seguridad y entorno amenazados.
Después de un desastre como un incendio, hasta el 45 % de las niñas y los niños pueden experimentar depresión, principalmente las y los que quedaron atrapados, experimentaron lesiones, miedo o duelo; presenciaron lesiones o muerte y tuvieron un mal apoyo psicosocial.
Las emergencias pueden suceder en cualquier momento y lugar. Ayúdanos a estar preparados.
En Save the Children estuvimos ahí, desde el momento en que las familias comenzaron a evacuar y a instalarse en albergues y refugios de los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur. En estos espacios pusimos en marcha Espacios Amigables para la Niñez donde niñas y niños pueden jugar y socializar, lo que les genera una sensación de normalidad y facilita el proceso de su sanación emocional luego de la tragedia que han experimentado.
“No tenemos cómo expresar nuestro agradecimiento a Save the Children por cuidar a nuestros hijos mientras tratamos de solucionar todos los problemas que estamos enfrentando. Ellos están felices y bien cuidados”. John, padre de una familia afectada.
Más de 500 niñas y niños se han beneficiado de las actividades artísticas, lúdicas, de aprendizaje y apoyo socioemocional en nuestros Espacios Amigables para la Niñez, gracias al invaluable apoyo de personas y empresas preocupadas por el bienestar de la niñez afectada por los incendios.
Durante las emergencias niñas y niños son los más vulnerables. Súmate a Defensores de la Niñez y ayúdanos a reducir su impacto en la niñez.